La palabra yoga procede de la
raíz sánscrita yuj, que significa unión y se emplea para hacer referencia a la
unión entre el ser humano y una realidad más elevada, entre la materia y el
espíritu, entre lo pequeño y lo grande.
Los yoguis aseguran que lo que
separa al ser humano de lo divino es su mente, su ego, y que todas las
prácticas yóguicas se encaminan a la realización de la verdadera naturaleza que
cada persona lleva en su interior. De esta forma, la existencia en la Tierra puede
convertirse en un estado de paz y felicidad.
La filosofía yóguica enseña que
el hombre no es su cuerpo, ni su mente, ni sus sentidos, ni su intelecto, sino
que guarda dentro de sí un tesoro de infinita dicha y su deber esencial en la
Tierra conxiste en controlarlo y realizarlo.
Y, aunque el hombre no es solo su
cuerpo, lo utiliza como instrumento en su viaje hacia la perfección: el cuerpo
puede compararse con una colección de vestidos que el espíritu se pone y se
quita a medida que se van deteriorando.
Los yoguis no estudian solamente
el cuerpo físico y sus funciones, sino que van más allá. Afirman que el hombre
se compone de cinco cuerpos y que el apego a ellos no aporta más que dolor;
únicamente desembarazándose de la esclavitud de estos cuerpos se puede alcanzar
la libertad.
Aunque parezcan centradas en el cuerpo, las prácticas yóguicas no
se identifican con él.
Como técnica de mejoramiento y
desarrollo armónico, trabaja sobre el cuerpo, la mente, las emociones, el
carácter, la conducta, el comportamiento y las energías.
En la India se distinguen
tradicionalmente unos tipos de yoga que corresponden a las tres clases de seres
humanos: los activos, los emocionales y los intelectuales.
Evidentemente existen variantes,
cada persona puede encontrar la via que más le convenga, sin descartar las
demás ya que, según en la etapa de la vida en que se halle, dicha vía puede
variar.
Entre estas vías destaca el raja-yoga
o yoga mental, más elaborado que trabaja a todos los niveles y se relaciona
íntimamente con el hatha-yoga o yoga
físico, que permite mantener en perfecto estado la salud del organismo. Este es
el yoga más popular en Occidente, aunque no debe ser considerado el principal.
De hecho, la aspiración de todos los topos de yoga es permitir el control de la
mente.
Karma-yoga: Es el
yoga de la acción desinteresada. Es una actitud interior, practicada por
personas muy activas, que dedican todos sus esfuerzos a satisfacer las
necesidades ajenas antes que las de uno mismo.
Hatha-yoga:
Es
el yoga de los ejercicios, de las posturas, sin duda el más conocido en
Occidente. Busca el control de la mente a partir del trabajo corporal.
Bhakti-yoga:
Es
el yoga del corazón, del amor, de la devoción. Los practicantes se postran ante
la divinidad con ofrendas, cánticos y rezos, cultivando sentimientos de dicha y
fraternidad.
Ñana-yoga:
Es
el yoga del conocimiento, del intelecto. Consiste en la propia
desidentificación con el cuerpo, los sentimientos, la mente, y la
identificación con su verdadera naturaleza, fuente de toda vida y toda
sabiduría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario